Este conmovedor cuadro de Caspar David Friedrich es una de sus obras más conocidas. Hubertus Gaßner, director de la Kunsthalle de Hamburgo, sobre un clásico del romanticismo.
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| "El caminante sobre el mar de nubes" (1817) Caspar David Friedrich |
Serie de deutschland.de „Obras maestras“, 6ª parte
Directores de museos que albergan famosas colecciones de pintores alemanes presentan una obra que les parece particularmente importante.Entre los trece pinturas de Caspar que pertenecen a la Kunsthalle de Hamburgo, al menos dos forman parte de las obras más afamadas del gran representante de la pintura romántica alemana: „El caminante sobre el mar de nubes“, realizada hacia 1817, y „El mar de hielo“, de 1823/1824. Mientras que la pintura con los témpanos de hielo grises y marrones que se amontonan sobre una helada superficie marítima azul y cubren un barco de vela, fue adquirida en 1905 por Alfred Lichtwark, el primer director de la Kunsthalle de Hamburgo, el „caminante“ llegó al museo en 1970. Fue Lichtwark quien con esas y otras compras de óleos redescubrió a Caspar David Friedrich para el mundo del arte, después de que el artista, muerto en 1840, cayera en el olvido.
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| Caspar David Friedrich Pintor alemán (1774-1840) |
Las pinturas de Friedrich parecen a primera vista simples paisajes naturales bañados en un ambiente romántico. Pero quien se aproxima un poco más a ellas verá cómo están elaboradas y que reflejan mucho más bien vistas ficticias y simbólicas que meros paisajes. El hombre de la capa verde parece estar posado sobre una cumbre rocosa y mirar hacia abajo cubierto a medias por la niebla de la montaña. Sin embargo, la roca que se reproduce está en el llano, sobre un prado cerca del río Elba, próximo a Dresde. También la capa verde del caminante parece más bien el hábito de un paseante urbano que el de un senderista de montaña. Friedrich no tiene en la mira a un solitario escalador de cumbres, sino más a personas que él veía en su ciudad de residencia, Dresde.
En contraste con esta inescrutable cortina de niebla que empaña la visión y las circunstancias, sobre las cuales el caminante parece reflexionar, hay un posicionamiento exacto en la escena: la bisectriz perpendicular y el eje simétrico horizontal de la imagen se entrecortan exactamente en el centro de la figura humana, de manera que asumen una posición fija permanente dentro de las coordenadas geométricas de la escena. Además, las dos líneas de las montañas que descienden de los extremos de la imagen hacia el centro y se encuentran en el corazón del caminante, acentúan la posición del caminante en el orden de la imagen, que representa el orden mundial subyacente, aunque está cubierta por la niebla y no sea visible al ojo humano.
El romántico personaje experimenta en su vida caracterizada como errante las incertidumbres y las dificultades de su existencia, y a la vez su integración y acogida en un mundo celestial más allá del horizonte, desde el cual la lejana montaña con su forma triangular idealizada se sobrepone con su brillo a todas las nieblas del conocimiento humano.
Prof. Dr. Hubertus Gaßner es director de la Kunsthalle de Hamburgo.
www.hamburger-kunsthalle.de
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Violeta Balián agradece la contribución de Alemania: Destino imaginario
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